Vía Bonatti al Capuccin 1965
“Los alemanes lanzaban improperios y maldiciones en su idioma. Después de escuchar sus baladronadas, diciendo que si pensaban hacer la vía en 5 horas, Geta y yo, decidimos prudentemente seguirlos. Además no estábamos del todo seguros de cual era el trazado, a pesar de llevarlo estudiado desde hace meses. Este fue un gran error, porque estos desgraciados iban más despacio que un caracol cojo. Después de lanzarles multitud de improperios e insultos, decidieron abandonar. Nos hicieron perder 4 preciosas horas que nos obligarían a vivaquear finalmente en la pared, a solo dos largos de la cumbre, y en un extraplomo.”
“Geta acoplado en una repisa de reunión, y yo, de noche, con las manos sangrando, tratando de forzar en libre los últimos techos, y viendo imposible continuar. Pasé la noche colgado de los estribos, pasando un frió impresionante, y viendo el glaciar al quinto coño. Al despuntar el alba, Geta la emprende a gritos para continuar, y al llegar a cumbre, cansados y molidos, una incipiente tormenta estaba en curso. Derretimos dos tabletas de redoxon naranja y comenzamos a rapelar, bajo pequeños aludes de nieve. Pero estábamos llenos de alegría por haber cumplido nuestro sueño.”
Luis Rodrigo Geta con el Tridente al fondo
“La rimaya la encontramos llena de nieve. Fue un infierno cruzar el glaciar con todas las grietas llenas de nieve, especialmente la subida hasta la cueva del “telesferico”. Los dos estábamos extenuados por el esfuerzo, y cuando yo me paraba a descansar, Geta me daba de patadas, cogía mi morral, y continuaba con él hasta que caía al suelo del esfuerzo. Entonces me tocaba a mi darle la paliza y tomar los dos morrales. Y así fuimos continuando en plena tormenta, hasta que escuchamos (porque no se veía nada) que el último funicular estaba a punto de salir. Comenzamos a gritarles que veníamos del Capuccin, y unos 10 minutos después nos cojieron los macutos, y nos trataron con todo tipo de alabanzas y atenciones.”
“Aquella inesperada tormenta costó la vida a unos 20 escaladores en Chamonix. Murieron bajo avalanchas o congelados colgados de diferentes paredes. La pared del Capuccin es impresionante y magnífica, con unas vistas increíbles del glaciar y del Tridente Norte. Una aventura que nunca olvidaré y que es la primera vez que cuento a alguien. Creo que forma parte de mi, y al igual que otras aventuras de montaña, es difícil para mi explicar. Es como rasgarme el interior y dejarlo expuesto.”
Una cordada en el ataque al Capuccin
3. Vía Bonatti/ Ghigo
Primera Ascensión: W. Bonatti y L. Ghigo del 20 al 23 de Julio de 1951
Esta vía fue abierta casi íntegramente en escalada artificial y sin ningún expansivo... (ahora tiene unos cuantos)
2 comentarios:
Hola chavales, interesante artículo. Os he añadido a Noticias de www.viaclasica.com
Un saludo.
OuuuuuuuuuuuuKey!
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