14 enero 2009

Aiguile du Fou (vía Americana 1963)




“El año 1963 es importante para Gary. Ahora tiene la responsabilidad de un hijo, y ya es hora de encontrar un trabajo estable. En Escocia conoció a un sueco que realizaba operaciones comerciales en Estocolmo, y éste lo propuso trabajar para él como gerente de exportaciones. Se trata de vender automóviles en el norte de África. ¡El norte de África! Significa viajes, aventura, aunque el trabajo sea banal. Será un trabajo fijo que le permitirá enviar con regularidad a Claude el cheque para el mantenimiento de su hijo. Una ocasión espléndida para conciliar la necesidad de mayor estabilidad con un trabajo que no conlleve el sufrimiento de la rutina. Gary escribe al señor Gutemberg para comunicarle su decisión: el trabajo le interesa mucho, se incorporará cuanto antes. Pero tiene que esperar varios meses.



No es mala idea, antes de atarse a un trabajo fijo, hacer algo interesante en la montaña.
Se pone de acuerdo con John Harbin para ir juntos a escalar en verano al Macizo del Mont Blanc. En el programa se incluye, entre otras cosas, una nueva vía de gran belleza estética en el Fou, en las Aiguilles de Chamonix. Mientras tanto, con los amigos franceses, se entrena en Grenoble. En Grenoble Gary conoce a un alpinista escocés, se llama Steward Fulton. Habla mal el francés, que no se toma la molestia de aprender. No tiene amigos.

Gary Hewing pasea por Chamonix...


Gary lo hospeda, lo lleva con él a escalar. Realizan varias ascensiones en el Vercors y en la Chartreuse, y también un par de nuevas ascensiones en el Pic de Bure y en el Rocher du Midi. Steward no es el compañero ideal para Gary, que se irrita por su holgazanería, y le reprocha su falta de participación en la preparación de las ascensiones y su escaso interés en el aprendizaje de las técnicas de uso de cuerdas y pitones. Pero es un escalador muy fuerte, por lo que Gary lo incluye en el proyecto del Fou. En junio acuden a Chamonix y suben al refugio de Envers des Aiguilles. John ya está allí con Honrad Kirch, el joven aleman perdido en el pico Gugliermina dos años atrás, que había continuado en contacto con John hasta el punto de haberse transformado en su compañero de cordada habitual. ¡Ya han subido juntos la norte del Eiger! Era la obsesión de John. Su sueño, finalmente realizado…Están en muy buena forma.



En los primeros largos de la vía


John y Honrad habían ascendido el día anterior por el corredor que lleva al inicio de la ruta; tuvieron dificultades debido a la altura de la nieve y renunciaron a causa del peligro de avalanchas. Dicen que la pared presenta tantos problemas como se pueda imaginar. Aparentemente hay un inmenso extraplomo, que no será fácil de superar. El tiempo es pésimo: la entrada de la estación lleva un mes de retraso. Y además no tienen material suficiente: les faltan pitones horizontales, RURPs y bongs, y tampoco tienen suficientes pitones normales para dejar en el extraplomo, en caso de tener que hacer un péndulo o retirarse rapelando. Por si fuera poco estalla una tormenta de nieve y no les queda más remedio que volver a casa.

Gary se marcha a las Calanques. Allí siempre hace sol, y Gary se relaja escalando tranquilamente en los acantilados que se yerguen sobre al mar azul.



Con el material previsto, tras la llegada de Frost


Regresa a Chamonix en julio con Claude y Fulton. John lo espera con Mara, su esposa. Honrad Kirch no ha podido regresar pero ha venido un viejo amigo: Tom Frost acaba de llegar del Nepal, donde ha estado con Hillary creando una escuela para los sherpas, y ambos han aprovechado para realizar alguna ascensión. Ha venido a Chamonix para pasar el verano en los Alpes, y se une a ellos con entusiasmo. Tom fue compañero de Robbins en algunas de las grandes rutas de Yosemite. Es muy bueno en escalada libre e inigualable en escalada artificial. Gran conocedor del material, ha traído un suministro de pitones de cromo-molibdeno fabricados por Chouinard, que no se encuentran en ningún sitio de Europa, y que serán indispensables para la ascensión, previsiblemente muy complicada. Son pitones extremadamente resistentes, que una vez extraídos de la fisura en que se han clavado recobran su forma original, y pueden usarse con tranquilidad en repetidas ocasiones.
Con Tom está su novia, Dorene, que hace amistad fácilmente con Claude y Mara.

Ultimo largo tras la tormenta


La vía de la cara Sur del Fou es mucho más difícil de lo que esperaban. Los cuatro alpinistas realizan un primer intento, llegan a superar el primer desplome y rebasan una fisura diagonal. Vivaquean en una estrechísima repisa. La hamaca de Steward y John se rompe, y ambos se ven obligados a pasar la noche en mala postura sobre los estribos. A la mañana siguiente llueve, y los cuatro alpinistas optan por descender.

La segunda tentativa no va mejor, aunque ascienden más rápidamente gracias a las cuerdas fijas dejadas en las partes desplomadas de la pared. También llueve en esta ocasión, y además Steward se hace daño en una mano. Nada grave, pero es mejor retirarse otra vez.
La tarde del 24 de julio, Tom y Steward vuelven al inicio de la vía con Dorene, y vivaquean debajo de la pared. Al día siguiente, por la mañana temprano, Gary y John, con Claude y Mara, ascienden a la arista sudeste de la Blaitiere; el descenso les lleva a vivaquear debajo del Fou. Allí se quedan Dorene y Claude; Mara regresa al refugio con los dos amigos alpinistas que han ayudado a transportar el material del ataque.


Los empinados muros superiores


Los cuatro hombres atacan de nuevo la pared. Suben rápidamente hasta el punto más alto alcanzado con anterioridad. Desde allí Tom supera otro difícil desplome realizando lo que John llama una “obra maestra de ingeniería”, y utilizando desde minúsculos pitones en fisuras casi invisibles hasta bongs de 10cm. Sobre el desplome hay una gran repisa, perfecta para vivaquear.
Justo cuando se han acomodado comienza a granizar. La tempestad no se calma en toda la noche. Los cuatro alpinistas está bastante protegidos con sus sacos de vivac anclados a la repisa, pero temen los rayos que estallan a su alrededor con una violencia aterradora. La potencia de la luz de los relámpagos mantiene despiertos a todos durante toda la noche, incluidas las dos mujeres que vivaqueaban a pie de pared. Antes de acomodarse para pasar la noche, ellas habían ascendido un espolón rocoso en frente de la pared y habían seguido la ascensión de sus hombres. Vieron como llegaban a la repisa, y habrían estado tranquilas de no ser por el incesante estallido de los rayos.
La tormenta amaina al día siguiente, y con las primeras luces del día, John y Gary se alternan en cabeza de cordada para completar la ascensión.



John Harlin en la cumbre de la Aguja


Han realizado una de las vías más bellas y difíciles de los Alpes, pero de nuevo Gary y John han demostrado ser incompatibles. No han hecho otra cosa que discutir y criticarse mutuamente; en el descenso han estado a punto de llegar a las manos. John acusó a Gary de haber movido unas piedras que estuvieron a punto de alcanzarle, y Gary se enfadó muchísimo (porque él está siempre muy atento para no tirarlas) y se abalanzó hacia él amenazándolo. John se dio la vuelta con el puño en alto, y si Steward Fulton no se hubiera puesto físicamente en medio de los dos, la cosa habría llegado a mayores.
Además John hizo pública la ascensión antes de salir y al regreso le estaban esperando periodistas que quieren entrevistarlos, fotógrafos, admiradores. John está en su salsa y asume todo el protagonismo.
Desde el principio, Gary era contrario a hacer pública la ascensión y no soporta formar parte del espectáculo….”

Texto extraido del libro "Gary Hewing.Una historia de los años 60" (Mirella Tenderini) http://www.edicionesdesnivel.com/fichalibro.php?id=978-84-8774-630-7



La foto clásica del libro de Rebuffat




En la entrada de la vía , primeros tramos antes del gran techo en 7



Superando el techo en forma de 7



En la diagonal del sexto largo, una de las grandes fisuras que atraviesan el muro

6 comentarios:

Talo Martín dijo...

Vaya mierdaca.., el pleistoceno pasó y los Primus con él...

Kiko dijo...

Talo vende el piolo de madera del cuaternario que tienes colgao en el salon de tu casa, los tacos de madera y la mierdaca de cuerda de cañamo de montañero de palo....jajajaja

El Centinela González dijo...

Kiko, que aqui han llegao con el taladro y lo han metalizado, hace años, aunque igual vas a chapar y te han quitado la tuerca y te caes con el mosquetón en la mano y la chapa en el.
Hay sitio para todos, podemso vivir en armonia, busquems el consenso, ya,ya.

Talo Martín dijo...

Ahora quieres consenso Patata???

kili dijo...

...y seguimos con lo mismo, que aburrimiento de peleitas

GUITTOU dijo...

"Dejemos a los envidiosos la tarea de proferir injurias y a los necios la de contestarlas."
Louis Emmanuel Dupaty

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