Historia de los Empotradores (Part II)
En un intento de segunda ascensión a la ruta Vector, un itinerario de roca y hielo de Tremadog, Jack Soper tuvo una caíada sobre uno de estos nuevos empotradores de cable. El aparato estalló y se pudo ver que el cable estaba debilitado por el calor del metal fundido, en la fabricación.
Little Mester (2ª generación) (stephane pennequin©)
El siguiente modelo solventó completamente este problema. Ahora se cortarían bloques de aluminio previamente, y serían perforados por arriba (con un único agujero grande) y por abajo, con dos pequeños. El cable se insertaba, se anudaba, y se fijaba con resina epoxy de araldite. Charles hizo varios de diferentes tamaños, y llegó hasta el limité del grosor del nudo del cable. El nombre de “Little Mesters” venía de una variación dialéctica de “Little Masters”, nombre tradicional con el que se denominaba a los artesanos de cuberterías de plata de las industrias locales, del siglo XVIII y XIX.
En primavera de 1963, John Earnshaw, del Club de Montaña de Phoenix, formulaba en su mente la necesidad y la posibilidad de incrementar la seguridad de algunas escaladas. Después de numerosos esquemas y borradores, se decantó por el diseño del “Spud”, como siempre fue conocido. Su nombre se debía a que en el momento del diseño no tenía acceso a ningún tipo de maquinaria, y uno de sus mentores de escalada, Terrence Murphy, que era aprendiz de ingeniría, se prestó para llevar a cabo su prototipo. En Irlanda, a las patatas las llamaban “Murphys”, en jerga, y en Inglaterra “Spuds”, asi que devido a la inestimable ayuda de su amigo, John decidió llamarlos asi en su honor.
No tenía modo de testarlo cientificamente, pero, con algo de ayuda, pudo hacer una prueba, empotrandolo en una fisura cerca de la cumbre de una escalada de Ravensdale. Llenaron un saco de piedras y lo lanzaron desde la cumbre atado al aparato. Después de varias pruebas, decidieron que el “Spud” estaba listo para ser usado con seguridad.
En 1964, Trevor Peck, un opulente hombre de negocios que poseía una fábrica de medias en Leicester, también se vio involucrado en las primeras fabricaciones de empotradores. Su empeño se basó en producir un objeto menos costoso de fabricar que el MOAC.
Peter Biven y su hermano Barrie habían introducido a Trevor Peck en el mundo de la escalada, allá por 1951. Los tres llegaron a formar un equipo-cordada bastante capaz, durante muchos años. Sus “Crackers” eran hechos de una barra de duraluminio, cortada a la medida necesaria. Para las tallas pequeñas, usaba cables de acero más duros que los cordinos de poco diámetro.
Peck Crackers y Ny-Chock (que uso Doug Scott en los 70)
Peck Crackers, Chocks y Ny-Chock
Trevor fue el primer autor de una patente de un fisurero, en 1965. Algo que más adelante sería desechado, al reconocerse al MOAC como anterior en fabricación. Los “Crackers” de Peck no tuvieron demasiado éxito en Inglaterra, pero el escalador americano Royal Robbins regresó a Yosemite de un viaje a Inglaterra en 1966, y se llevó consigo, no solo algunos ejemplares, sino su experiencia real con estos aparatos de protección pasiva. En su gran libro “Advanced Rockcraft”, una magnífica foto de John Cleare mostraba a Peter Biven usando un “Cracker” en la Coal Face del Bosigran.
Por desgracia Trevor Peck desapareció prematuramente en 1969, y no pudo desarrollar la empresa que tenía en mente, la Peck Climbing Equipment.
Troll Wedges (stephane pennequin©)
En 1964 (o incluso en 1963), en una casa de campo del Peak District, hogar de Tony Howard, nacía un pequeño taller sin saber que llegaría a logar gran reputación internacional. Con su amigo Alan Waterhouse, Tony Howard comenzó a comercializar los famosos “Wedges”, bajo el nombre o firma de “Troll”.
Parba Spud y el Parba Big H (stephane pennequin©)
No muy lejos de allí, Paul Seddon, poseedor de una pequeña firma-negocio llamada “Parba”, fue consultado en 1965 por Ellis Birgham para construir nuevos empotradores que vender en su tienda de Manchester. Paul Seddon hizo sus prototipos de unas barras de 25 x 20 mm de aleación de aluminio, material que, curiosamente, también usaría para unas futuras clavijas que construiría…
Angulados a 14 grados, y perforados transversalmente con un simple agujero de 8mm, estos empotradores fueron también bautizados (fortuitamente) como “Spuds”.
En 1968 Paul podujo, con gran probabilidad, los primeros empotradores para fisuras muy anchas, los “Big-H”, a partir de grandes piezas de sección en H. En 1967, en “Troll”, con unas barras parecidas pero en forma de T, crearon los “Tee Chock”.
En 1970, Paul Seddon formó equipo con Tony Howard y Alan Waterhouse, y crearon la tercera generación de “Troll”.
Clog Wedges (stephane pennequin©)
En el año 1966, en un cine abandonado de Deiniolen (Gales), Denny Moorhouse y Shirley Smith, dos originales personalidades, crearon la más mítica de las fábricas de material duro de montaña: Clogwyn Climbing Gear, más conocida con la abreviatura de Clog. En su primera época, un día en el que producían 24 unidades de empotrador, era un día bastante productivo.
A finales de ese año, Denny Moorhouse hizo sus primeros “Hexagons”, inspiradores de muchos modelos posteriores. La talla 7 fue llamada “Jumbo”, y la 8 “Mammoth”. En pocos años, Clog pasó a convertirse en el término más genérico e importante en cuanto a empotradores, en todo el mundo. Iniciada la década de los 70´s, Troll y Clog comercializaban toda una extensa gama de empotradores que se adaptaban a todo tipo de anchas fisuras.
El Scottie (stephane pennequin©)
Al escribir esta historia, uno no puede olvidarse del “Scottie”. George “Scottie” Dwyer fue el primer guía de alta montaña gales; además fue el creador de un apasionante aparato….¡en 1946!. George nunca llegó a usarlo, debido a no ser considerado como algo ético en aquella época, pero, desde el punto de vista histórico, este complejo aparato, que podría ser el “abuelo” del American age Slider, se anticipo 15 años en su innovadora concepción.
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