FORMAS y GEOLOGÍA de los terrenos graníticos: ( III - Meteorización y Alteración del granito)
La Meteorización consiste en la desintegración de la roca “insitu” en el rango de temperaturas ambientales, mediante procesos físico-mecánicos y químicos. Con varios de estos procesos se produce un manto de alteración o regolito, desarrollado de arriba hacia abajo, que con la adición de materia orgánica se transforma en suelo.
Este manto, compuesto de arenas de variable grosor que pueden oscilar desde centímetros a varias veintenas de metros de espesor, mantiene las condiciones de humedad del suelo, denominándose frente de alteracion a la zona de contacto con la roca aún compacta o viva.
El frente va descendiendo y profundizándose, o puede ser expuesto en superficie si la zona esta lavada y drenada por las arroyadas de aguas.
Después de fuertes lluvias los sólidos pueden ser arrastrados a través del sistema subterraneo de huecos y poros que supone la capa o manto de regolito.
La relación entre la velocidad de avance del frente de alteración y la del rebajamiento del regolito determina el espesor de este último, y origina el afloramiento de las formas graníticas. Este rebajamiento viene facilitado por el descenso de nivel de base general tras las orogenias y el consiguiente rejuvenecimiento de la red fluvial.
Pero la alteración del granito funciona como un precursor de la erosión y facilita el trabajo de esta. Las primeras teorías sobre la alteración del granito miraban hacia los procesos de enfriamiento y calentamiento de insolación sufridos por este como agente de mayor importancia, pero en la actualidad y gracias a trabajos de campo, la humedad se ha revelado como el factor más importante y efectivo.
Algunos procesos de alteración desembocan sin embargo en encostramientos procedentes de la cimentación del regolito al mezclarse con diversos materiales locales (autóctonos), o llegados de otros lugares (alóctonos), por medio del viento, el agua y otros agentes erosivos transportantes.
También merecen ser mencionados los siguentes agentes alteradores: el haloclastismo (proceso que mediante la cristalización de sales produce la fragmentación del granito aún fresco), las raíces de árboles y arbustos, así como los líquenes, algas y bacterias que se adhieren al granito.
Tras los diversos procesos de alteración el granito se fragmenta para dar una arena gruesa, denominada Grus, que llega a arcilla arenosa en su estadio final.
Como resultado de la meteorización y alteración diferencial de los diversos componentes del granito(en concreto el feldespato y sobre todo la mica), algunos afloramientos graníticos presentan su superficie picoteada, destacando en ella cristales de cuarzo, ortoclasa o microclina.
3.2 Alteración química:
La infiltración de la humedad y los gases del aire propician una alteración pronunciada mediante procesos tales como oxidación-reducción, carbonatación, solución, hidratación e hidrólisis.
La hidratación supone la liberación de iones de hidrógeno tras la disociación del agua, los cuales pasan a distorsionar y a atacar los retículos cristalinos de algunos componentes del granito (además los granos de cuarzo están recorridos por grietas y microfracturas heredadas de los esfuerzos tectónicos durante o después de su emplazamiento).
Los granitos de grano fino son por ello mas susceptibles de ser atacados quimicamente, al tener mayores areas de contacto entre minerales.
El ataque se produce por expansión de líneas de exfoliación del mineral y la roca es penetrada por microfisuras, produciéndose microdescamación, laminado y astillamiento en la superficie del frente de alteración.
Según las condiciones locales se pueden llegar a originar nuevos minerales (como la caolinita), procedentes de la mezcla de los diversos componentes liberados por este tipo de alteración.
Las sales liberadas por meteorización son movilizadas por las aguas infiltradas y descienden por el regolito, tendiendo a acumularse justo encima de la roca fresca, encima del frente de alteración.
En cuestión de clima el pasado geológico fue más propicio para la alteración del granito, debido a las más propicias condiciones de humedad y temperatura, ambos factores clave en estos procesos. Así pues, allí donde las masas graníticas fueron sepultadas por grus la humedad se mantuvo la mayor parte del año y se alteró con rapidez, y donde las rocas sólidas afloraron en superficie estas quedaron secas después de cada lluvia, y su alteración fue más lenta.
Además hay que tener en cuenta que la mayoría de los granitos fueron emplazados en los más antiguos escudos montañosos, por lo que han sido largamente expuestos a estos agentes alteradores.