Magic Rock Climbers - ( Parte I : Pedriza )
Su lugar de reunión urbano era un Centro Social de los Salesianos de Atocha, un pequeño local-bar con un recinto exterior y un pequeño salón de actos, que también compartían otros famosos grupos de escaladores de la época como la UBSA o la URD. Allí, a parte de organizar las salidas del fin de semana, también se hacían pases de diapositivas y disco-forums de todo el rock de la época (bandas como Pink Floyd, King Crimson, Focus, o los famosos Rolling Stones…) Atrincherados y salvaguardados en este pequeño oasis, también organizaban actos y reivindicaciones en pro de las libertades democráticas.
Miguel Ángel Mora “Biafra” era uno de sus más activos integrantes. Biafra comenzó a escalar en la Pedriza en el año 1970 (en pequeños bloques de cinco o seis metros de altura) en el entorno del Indio y el Risco de la Fuente, y fue iniciado en ello por alguno de sus vecinos del barrio de Vallecas. Su actividad se limitaba a ascender pequeñas secciones de fisura mediante clavijas y estribos caseros, pero con el tiempo los conocimientos aumentaron y alguien ya pudo hacerse con una cuerda buena.
Un contacto más serio con la escalada fue el del CAUM (club de amigos de la UNESCO de Madrid), donde se organizaban salidas a los Picos de Europa. Primeras salidas alpinas de cletas empapadas por los neveros, pero repletas de esa ilusión que entrañan las bellezas desconocidas, y aquello que creemos tan lejano…
Pero con quién Miguel Ángel descubrió la escalada más técnica, fue con Santiago Hernández, y también con Fernando de la Rosa “Bodons”. Ambos eran escaladores de mayor experiencia por aquella época (formados por clásicos veteranos), y de ellos recibieron los conocimientos básicos de progresión y aseguramiento.
Biafra recuerda la gran impresión que le produjo escalar la vía “Loquillo” del Pájaro junto a Santiago Hernández, con aquel paso de salida del segundo techo, en el que había que superarse de un inusitado empotramiento de rodilla!
Santiago les inculcó mucho el tema de la “seguridad”, y gracias a ello asimilaron conceptos, hoy básicos, como los de que las reuniones son “sagradas” y deben montarse a prueba de bombas. Con él comenzaron a escalar en Galayos, en vías como la Oeste de la Aguja Negra o el Diedro Flores, justo en la época en la que Santiago comenzaba a hacer cordada con Rodolfo Assas (una cordada que dio bastante que hablar en aquel momento). Era la época del Club Caldeiro, que era una asociación de antiguos alumnos de ese colegio, que se encontraba cerca de Ventas.
Una de las vías que más les influenció en aquellos primeros momentos fue la “Mayayo” de Mataelvicial, una de tantas abiertas por este ávido aperturista. En general todas sus vías les gustaban mucho, seguramente por su gusto por lo clásico, ese increíble “ojo” a la hora de unir líneas naturales a superaciones de techos y desplomes, y todo ello en los riscos más bellos y recónditos de la Pedriza.
Otras rutas que les impresionaron fueron la “Norte” de la Maza, que por aquella época ya tenía fama de expuesta, con numerosos tacos de madera en mal estado. O la “Burillo” del Torreón de las Arañas Negras, en cuyo segundo largo, en una difícil chimenea, Biafra tuvo un vuelo de 15 metros, que le retiro varias semanas de la escalada. Una vía desconocida ya por entonces, en la que se meten a la aventura con aquel susto, y a la que Miguel Ángel tiene el placer de volver en compañía de Oscar Keemiyo. La gran confianza y seguridad que este último le inspira, le proporciona un gran alivio psicológico, y con él la termina.
Un poco más adelante Biafra también escalaría junto a otros clásicos de la Pedriza como: José Luis “Ortiz” el “tronko” (otro importante aperturista de rutas clásicas de esos momentos, como las TYM “Tronko Y Marisa”, que abría con Marisa Montes), y sobre todo con Juan Vicente López Díaz “Pelos”, con quién abrió gran parte de las vías que se reflejan en este artículo, y cuya tónica general era la superación de techos, algo muy en boga en aquel momento…
Vía “Mari Paz” al Risco de la Fuente (22 noviembre, 1974):
CROQUIS DESCARGABLE!
Esta vía la encontraron abierta hasta la mitad del último techo. Hasta allí había llegado Rafael González “Loquillo”, y el encadenamiento de sus tres techos es lo que más les atraía de la vía. Después de terminarla decidieron respeta su nombre “Mari Paz”, nombre de una amiga de Rafa.
El croquis es toda una obra de arte, y fue uno de los primeros creados por Miguel López Larena, conocido como”Loquillo”, otro de tantos.... En el se puede leer, traducida, parte de la letra de la canción “Peace, a begining”, del poético y oscuro letrista de King Crimson, Pete Sinfield, aparecida en el segundo Lp de este grupo “In The Wake of Poseidon”, de 1970.
La vía se encuentra restaurada desde el año 2003.
Vía “Mari Carmen” a la Norte de Peña Sirio (1974):
Esta vía, así nombrada en honor a una buena amiga de Biafra, fue abierta en el momento de mayor estabilidad de la cordada “López-Mora”. En aquel momento, en la cara norte de Peña Sirio solo existía la vía “Roger Ranger”.
La principal atracción del muro estaba en la gran laja separada, y la gran y oscura chimenea que ésta formaba, con unos interesantes y espectaculares pasos en oposición en los que, según Biafra, reside la gracia de la ruta.
Con pasos de hombros consiguieron reducir el número de buriles en las zonas de roca lisa. Los buriles consistían en tornillos de ferretería, remachados a base de tiras de plomo que recortaban de tuberías, y que colocaban dentro de la perforación (antes de meterlos), con objeto de rellenar al máximo.
El croquis es otra verdadera delicia, llena de juegos y símbolos en blanco y negro.
La ruta será restaurada esta primavera-verano (2008)
Vía “Internacional” (1975):
Esta vía fue abierta tanto por la evidencia de su trazado, como por el increíble cromatismo que presenta la roca en esta sección fisurada del Risco Sin nombre, hoy conocido como Risco de la Peseta. En ella se utilizaron numerosos tacos de madera y muchas clavijas. Su nombre es un claro homenaje al famoso himno de la Lucha Obrera, y también una referencia a las Organizaciones Obreras, que en aquellos tiempos aun estaban presentes.
La ruta fue liberada muchos años después, y actualmente está considerada como una de las fisuras más clásicas de alta dificultad de la zona centro.
Vía “Biafra” al cancho del Hueso (1975):
CROQUIS DESCARGABLE!
Esta ruta fue abierta en octubre de 1975, justo antes de la muerte del dictador. Busca el trazado más lógico, con el menor uso de buriles, cuatro en este caso, uno en el techo y tres de seguridad a la salida del mismo.
Es obvio comentar que el nombre hace referencia al mote de Miguel Ángel, un mote de origen curioso, y que también tiene un eco de la realidad social del mundo de aquellos años. La anécdota surge en uno de sus primeros viajes a Ordesa, cuando después de varios días de esperar el buen tiempo, se les agotó la comida. Por lo visto, no pararon de comer en todo el viaje de vuelta, razón por la que algún cachondo les comenzó a llamar los “Biafreños”, …y es que en aquellos momentos, se vivían unas hambrunas devastadoras en aquel antiguo país que se independizó de la República Sudoriental de Nigeria, entre 1967 y 1970.
Biafra abriendo el techo de su vía del Hueso...
Vía “López-Mora” al Cancho de los Muertos (1975):
Es la última vía que abren en la Pedriza, y tuvo la gracia de flanquear aquel techo que había a la izquierda de la RACOV-MEO, sin utilizar buriles, y por un espectacular muro rojizo de gran belleza. Sus primeras ascensiones en libre llegaron a manos de Daniel Guirles y Luis Campos, y su encadenamiento, por primera vez, fue obra del Musgaño, quién la reseña en su guía como de VI grado.
Poco después de esta apertura, Biafra se marcha a Córdoba a cumplir con el servicio militar, y abandona la escalada casi por completo, solo alguna visita esporádica a Espiel. A su regreso se marcha a Lérida, a trabajar en recolectas frutales para sacar dinero, ya que las penurias económicas eran la tónica general de aquel momento. Con ello retoma sus actividades de montaña en el Pirineo.
Repetida con mayor frecuencia que otras, su equipamiento en clavijas va siendo renovado.
Poco después Miguel Ángel tiene la mala suerte de perder a su hermano en un accidente de trafico, razón que le lleva a pactar con su madre un abandono de la escalada (por petición de la misma). Pero en 1979, harto de aguantarse, Biafra comienza de nuevo a escalar, y además en un escenario privilegiado: los Picos de Europa. Allí abre varias vías como “Nosferatu”, “Capricho de Venus” o “La Vía de los Celtas”, así como otros sorprendentes proyectos que hoy están muy de actualidad, como el “Techo de la Cueva de las Balas”, hoy conocida por ser la vía más difícil del mundo en pared: la “Lurgorri” de los hermanos Pou (Pero todo esto se contará en la siguiente parte de esta serie)